Dice así la publicación realizada por la hermandad:
El gran estreno de este año es una peana nueva, realizada en alpaca plateada y repujada en los talleres de “Orfebrería Andaluza”. Sustituye a la de estaño que, a finales del siglo pasado, hicieron varias hermanas, debido al mal estado en que se encontraba la que se adquirió en 1926 a la Hermandad de Montesión de Sevilla y que costó en su día 200 pesetas.
La nueva es de proporciones más reducidas que las dos anteriores. Tiene el tamaño adecuado para albergar a una sola imagen, a diferencia de las anteriores que por sus proporciones podía contener a más de una. La actual es ochavada, de cuerpo cóncavo, tiene una cartela en cada uno de sus lados que contienen, en metal dorado, el escudo de la Hermandad en la frontal y el Sol y la Luna en las laterales. Símbolos, estos últimos, del principio y el final, del alfa y el omega, nos vienen a decir que la Virgen tuvo un protagonismo importante durante toda la vida de Jesús, desde su nacimiento hasta su muerte. Representa también el momento concreto al que hace referencia la advocación de los Dolores, al Stabat Mater, tal y como se la representa en la gloria del techo de palio. La Virgen sola a los pies de una cruz en la que está su Hijo ya muerto. Cuando se produce la muerte de Jesús los Evangelios nos dicen que las tinieblas cubrieron toda la región, que el Sol se eclipsó, fenómeno que sólo puede producirse cuando se alinean el Sol y la Luna.
Aparte del estreno de la peana también se han hecho una serie de trabajos de conservación del patrimonio, con el fin de tener los enseres de la hermandad en las mejores condiciones posibles. Así se ha restaurado el mástil del estandarte, una de las perinolas de los varales y se han cambiado los platillos de la segunda tanda de la candeleria por unos nuevos más pequeños para que no rocen unos con otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario