Nuestra Señora de la Amargura, para la festividad de la Inmaculada Concepción de la Virgen aparece con una saya de encaje francés sobretejida con tul y seda a realce color marfil y oro fino, manto de otomán celeste y plata, sobre el que se aplica encaje francés bordado en hojilla, todo de plata del siglo XVIII, cedido por un hermano.
Nuestra Señora de la Soledad ataviada para el cambio de la Inmaculada. La santísima Virgen recupera una saya de seda brocada en oro y plata, tras una restauración del tejido en el taller de la propia Hermandad, no usada desde 1997, estrenando además rostrillo de organza de seda bordada y rosario de plata, regalo de una hermana.
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