Dice asi la noticia publicada por la Hdad:
Eran las ocho de la mañana cuando una representación de la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad ponía rumbo hacia la capital sevillana para formar parte de uno de los días que pasarán a la historia en la ciudad, uno de tantos otros que van unido a la devoción hacia la Esperanza Macarena.
Eran las ocho de la mañana cuando una representación de la Junta de Gobierno de nuestra Hermandad ponía rumbo hacia la capital sevillana para formar parte de uno de los días que pasarán a la historia en la ciudad, uno de tantos otros que van unido a la devoción hacia la Esperanza Macarena.
Una hora más tarde, el secretario de la Hermandad macarena nos recibía en la verja de la Plaza de España, dándonos las invitaciones que nuestra Hermandad se ganó el pasado once de Enero, cumpliéndose la proposición que la Junta de Gobierno anfitriona nos hiciera en el camarín de la Virgen de la Esperanza esa misma tarde, después de que doscientos de nuestros hermanos alcanzaran el jubileo en la Basílica.
Accedimos al recinto donde nuestro estandarte pasó a ocupar el octavo lugar a la izquierda del escenario donde se alzaría la Santísima Virgen, horas más tarde. Desde el sector nueve pudimos gozar de una preciosa Misa Estacional en un escenario emblemático, donde el sufrimiento por las altas temperaturas quedaba paliado por el deleite de la estampa que se contemplaba.
Finalizada la Eucaristía presidida por el Arzobispo de Sevilla y concelebrada por más de doscientos sacerdotes, empezó a formarse el cortejo que acompañaría a la Macarena desde la Plaza donde nos encontrábamos hasta el Rectorado de la Universidad de Sevilla, donde se refugiaría la imagen hasta su regreso a la Basílica a la caída de la tarde. Nuestra Hermandad tuvo la fortuna de ocupar un lugar de ensueño, a pocos metros del paso de palio de la Esperanza.
Era curioso como pese a encontrarnos desfilando por la Avenida de Isabel la Católica de la Ciudad de Sevilla, podíamos ir saludando a vecinos, paisanos y caras conocidas que nos acompañaron y nos hicieron sentir como en casa, mostrando el orgullo de ver a su Hermandad en ese punto y en ese momento.
Antes de llegar al foso que separa la Avenida del Cid con la lonja de la Universidad, todas las Hermandades que decidieron hacerse partícipes de este día hicieron un pasillo por el que pasó la Virgen de la Macarena, colmando de bendiciones a los hijos que la arroparon en el día de su cincuenta aniversario de la Coronación Canónica.
Sin duda un día que pasará al recuerdo para aquellos que tuvieron la dicha de disfrutarlo, donde el fervor hacia la Santísima Virgen se hacía palpable en cada rincón de la ciudad, haciendo buena gala de su merecido título de mariana. Nuestra Hermandad un día más se llenó de Espereza y en el que volvió a llevar el nombre de Constantina más allá de las fronteras de nuestro término municipal. Nuestro pueblo debe sentirse satisfecho porque dos de sus Hermandades ya constan en las páginas de oro de la Macarena. A esta Junta de Gobierno solo le queda agradecer a la Hermandad de la Espernza Macarena la calidez de su acogida, la gran atención recibida y el hacernos gozar de la presencia de la Santísima Virgen.
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